Comienza con gratitud: un despertar que mueve tu energía desde dentro
La manera en que empieza la mañana marca silenciosamente el ritmo del día. A veces abrimos los ojos y ya sentimos la prisa; otras, el cuerpo pide un aterrizaje más suave, un espacio para entrar en el día desde dentro, sin empujones.
En Suaviactiva creemos que ese primer gesto importa. Por eso te proponemos un ritual sencillo, consciente y sensorial para comenzar cada mañana con gratitud y movimiento interno.
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| Gracias por ser la brisa suave que calma mi corazón |
Un inicio que nace del cuerpo
Antes de mirar el móvil, antes de pensar en lo que toca hacer, siéntate un momento.
Siente cómo tu cuerpo toma contacto con el suelo o con la silla. Nota el peso, la estabilidad, el modo en que tu respiración empieza a despertarse.
No hay nada que corregir, nada que “hacer bien”.
Solo observa:
— ¿Cómo respira hoy tu pecho?
— ¿Dónde se guarda la suavidad?
— ¿Dónde aparece la tensión?
Desde esa presencia corporal, escribe unas líneas.
Puede ser un pensamiento, una sensación, una palabra que resuena, o un agradecimiento muy pequeño. Lo que importa es que nazca del cuerpo, no de la urgencia.
Imagina que la mano escribe al ritmo de la respiración: inhalas, recibes; exhalas, sueltas.
La escritura se convierte, así, en un gesto de moviment, casi como una danza lenta entre tu interior i el papel.
La gratitud como movimiento consciente
La gratitud no es solo un pensamiento amable.
Es un movimiento interno que se despliega cuando prestas atención.
Al inhalar, quizá notes cómo el pecho se abre, como si entrara luz.
Al exhalar, algo afloja, una musculatura que decide descansar, una rigidez que ya no quiere sostenerse.
A veces, agradecer es tan simple como sentir:
– La calidez de las manos.
– El aire fresco en la cara.
– El latido suave después de despertar.
– La comodidad del espacio donde te encuentras.
Las sensaciones también hablan.
Y cuando las escuchas, muchas veces susurran un “gracias”.
La gratitud es movimiento lento, íntimo.
Es permitir que el cuerpo se exprese y confiar en que, al escucharle, la mente también se ordena sola.
Un ritual que transforma el día
Practicar este pequeño ritual cada mañana te coloca en un estado distinto:
más fluido, más claro, más presente.
La suavidad interior se nota en tu manera de caminar, respirar y relacionarte.
No es una técnica complicada.
Es un recordatorio de algo muy simple:
el bienestar empieza en ti, en tu cuerpo, en tu respiración… y en la forma en que te mueves hacia el dia que empieza.


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